A finales de los 60 principios de los 70 el automovilismo en Argentina fue una de las mejores épocas para el deporte de las 4 ruedas, no duró mucho, pero el nivel de avances y la tecnología usada podrían ponerlos al nivel de la actual F1. Desde esa época nos vamos a traer a un señor, un constructor y diseñador que hasta hace bien poco continuaba haciendo coches para el Dakar.
Heriberto Pronello y su Huayra Stradale.
Este es el coche del que hablamos hoy, al oírlo nos viene a la mente el nuevo Pagani, y si miramos el frontal algo huele raro en el nuevo diseño...La boca y esos plásticos verticales hace bastante similares los frontales, bueno, dejémonos de conspiraciones y admiremos este coche, para fabricarlo, Heriberto tuvo que viajar entre las dos plantas de trabajo durante años, 150km las distanciaban, para ello le otorgaron un Torino preparado para las carreras y tan solo tardaba 57 minutos en recorrerla, eso haria mas llevadero el turno de 6 de la mañana a 11 de la noche.
Heriberto siempre trabajó en los coches, desde que acabó de estudiar en la escuela de aviación de Córdoba, diseñando coches para las carreras, una de sus tareas fue construir un chasis y piezas de carrocería que se pudieran reemplazar fácilmente durante la carrera, por suerte para nosotros esas piezas nunca se usaron y al dejar esa competición quedaron abandonadas en el trastero del constructor.
Al poco tiempo llegó el dueño de una nueva empresa de coches, que queria comprar un coche de competicion para adaptarlo a la calle, era la nueva oportunidad para las piezas abandonadas, Pronello decidió aceptar el trabajo y se puso manos a la obra.
Con menos de un metro de altura y con un motor Chevy de la epoca este fué el superdeportivo Argentino que mas expectacion y menos información hemos encontrado por la web.
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